domingo, 11 de marzo de 2012

Desconocido: Capítulo 6

Una mañana muy luminosa llegó el mencionado paquete al domicilio del “viejo” reportero. Siempre aparentó menos edad de la que tenía, pero ahora con 31 años parecía de 50, las depresiones, los medicamentos, las salas de emergencia, las cicatrices en sus muñecas lo hacían parecer mucho más viejo.

El cielo estaba despejado, el día parecía perfecto, lástima que su correspondencia se encontraba cargada de desgracias. Abrió el paquete, había un sobre y una pequeña caja de cartón. El sobre contenía la ya referida nota, la leyó varias veces, intentó pensar que podría ser, le daba terror abrir el paquete y ¿a quién no le daría? Finalmente lo abrió.

Vio todas las fotos, se escandalizó, le dio asco, miedo, tristeza y al final alegría ¿por qué? Bueno, era una forma de recuperar su carrera, eso está claro, pero eso no era lo que le alegraba, sino la última foto. Fechada hacía menos de una semana aparecía una persona que reconoció.

Pero ¿cómo era eso posible? Hacía años que había desaparecido, no podía estar ahí y menos con la fecha… Era falsa, ¡sí! eso debía ser, la fecha era falsa. Ojalá en la foto no hubiera aparecido un periódico con la misma fecha que tenía escrita en la parte trasera. ¿Qué cómo era la foto? No lo creerían si se los dijera, pero no era una foto de alguien que estuviera atada y amordazada a una silla, estaba en una cocina, sosteniendo una taza con café o té, todavía con el pijama puesto y un reloj de manecillas en la pared que marcaba las 10:00 de la mañana en punto. Al fondo de la foto se veía un árbol con un columpio colgado de él, pero lo sorprendente era que ella miraba a la cámara y sonreía, ella conocía al que le había tomado la foto. Pero no sólo eso, todo parecía indicar que también había consentido que lo hiciera, se le veía una sonrisa sincera, dulce.

No es posible, nunca la encontró la policía, buscaron hasta debajo de la última piedra. Yo estaba con ellos, ¡Yo ayude a buscarla, por Dios! ¿Cómo puedes hacerme esto? Necesito un trago…

Al final no bebió, sabía que eso podría traerle problemas. Se sentó en su escritorio, colocó todas las fotos en la pared de corcho que tenía a su lado, esa pared que había visto muchas fotos y muchos reportajes que al final no vieron la luz del día, si tan solo nos pudiera hablar.

Había una foto que le llamo la atención, la misma que la policía decidió no sacar a la prensa por el miedo que les provocaba alterar a una sociedad tan conservadora como la de esa ciudad. Estaba marcada por detrás con un símbolo demasiado irónico, el cuál te daba una idea de que tan perversa era la mente de esta persona. Por un lado veías el brazo marcado y ensangrentado, a pesar de que los cortes no eran muy decididos se veía que fueron hechos con violencia, posiblemente intentando reprimirla, y por el otro lado, dibujado con un bolígrafo común una sonrisa igual a esta =)

Decidió que guardaría esa fotografía para después, comenzó a escanear todas las imágenes, a restaurar su sitio web y a hacer un borrador a mano sobre la noticia que pretendía difundir. Aunque no era reconocido y era mal pagado, la mayoría de las personas de la ciudad visitaban su sitio, pero todas lo negaban “¿Yo? ¿Leer a ese fracasado? Eso no es digno de una persona como nosotros”.