jueves, 8 de septiembre de 2011

15 años más tarde

Llevaba varios meses trabajando para aquél prestigioso despacho especializado en demandas de responsabilidad civil. En sus tiempos de estudiante parecía prometer mucho en el ámbito académico y catedrático, pero decepcionó a casi toda la planta de profesores de la facultad cuando declinó su oferta de convertirse en profesor mientras estudiaba su doctorado. Decidió salir de la ciudad e irse a pelear a los tribunales.

Después de varios meses peleando por multas de poca monta le llamaron del mencionado despacho, habían aceptado su CV y empezaba a trabajar la semana siguiente.

Las cosas pasaron sin pena ni gloria en un principio, era una ciudad nueva que aún tenía espíritu de pueblo (no sé si eso sea bueno o malo), no todos se conocían, pero siempre tendrías la certeza de conocer a alguien que te presentara a los demás, siempre.

Aquel día lo enviaron a investigar por tres expedientes de los que hacía tiempo no se sabía nada. Eran demandas por varios millones de dólares contra tres empresas del mismo grupo. Durante muchos años se habían dedicado a contaminar una presa, a sabiendas de que gracias a ese cuerpo de agua subsistía casi la mitad de la población de la ciudad.

Éste joven llego a los tribunales, hizo las preguntas que debía hacer, busco las transcripciones del juicio y demás documentos. No consiguió nada, no podía regresar a la oficina con las manos vacías, así que llamó y dijo que regresaría en una semana con los documentos solicitados, al ver tal nivel de decisión sus jefes no se lo impidieron.

Paso una semana haciendo preguntas y buscando personas, llego un momento en el que se dio cuenta de que había gente observándolo, ¿cuidándolo? No, no era posible.

Pasó la semana y lo único que se supo de él fue que aparentemente había tenido que regresar a su pueblo debido a que su padre había fallecido, regresaría dos semanas después para poder estar con la familia. Al menos eso decía la carta enviada a sus jefes.

15 años más tarde

Un equipo de investigación científica que estaba analizando una vieja presa de lo que mucha gente llamaba “El Chernóbil local” encontró una caja de metal hermética con un cadáver dentro. Los registros dentales eran los mismos del joven que fue a visitar a su familia atrás.

2 comentarios:

Oder dijo...

Conoció lo que sucede por meterse con los "poderosos" en un país donde reina la impunidad.
Saludos...

Nothingman dijo...

Sizu: Me base en una experiencia laboral muy curiosa... y en numerosas novelas que hay sobre el género. Así como con el caso de Jimmy Hoffa.

Saludos!